martes, 16 de febrero de 2016

Cuidado con el uso de las tabletas y ‘smartphones’

Utilizar una tableta o un teléfono inteligente para un menor de edad es “gratificante”, ya que las imágenes, movimientos y sonidos apelan a sus sentidos y captan toda su atención.

Así lo asegura la Sociedad Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), tras señalar que aunque los padres consideren este uso como una maravilla, aun no hay estudios que revelen la conexión que existe entre los teléfonos inteligentes o tabletas y el aprendizaje infantil. Además, la entidad hace referencia a que estos aparatos tienen sus consecuencias negativas cuando se le da un uso descontrolado.

Y justamente la AAP se expresa en un tiempo donde no resulta extraño ver en un lugar público o un hogar a un menor de cualquier edad utilizando una de las mencionadas herramientas.

Cada vez son más populares en el hogar, sin embargo, algunos padres ignoran que para estos hay un uso adecuado y moderado de tiempo, contenido y supervisión del infante mientas este hace uso de uno de los dispositivos.

Según explica la especialista en atención temprana del desarrollo infantil, Karla De Windt, las sociedades Americana de Pediatría y la Canadiense establecen que hasta los dos años ningún niño o niña debe utilizar aparatos electrónicos.

La especialista atribuye esta medida a que de cero a dos años es que se duplica el tamaño del cerebro del niño o niña, y a esa edad lo que se necesita es contacto humano para un buen desarrollo.

Mal uso
“Vemos que a muchos niños les están dando estos dispositivos, y lo más preocupante es que pequeños de dos y tres años pueden durar hasta siete horas al día utilizando medios tecnológicos, según la AAP.  Ahí se incluye (televisión, celular y tableta).

Un niño no se beneficia de ello porque no tiene interacción con seres humanos sino con un aparato”,  detalla De Windt.

La especialista insiste en que los menores necesitan mirar gestos, “eso les ayudará a saber conversar”.

Consecuencias de las tabletas en infantes
Muchos padres incurren en darles a sus pequeños un celular o una tableta porque están ocupados en tareas del hogar o del trabajo, de esta manera estarán más tranquilos y les permitirán concluir con sus quehaceres.

Sin embargo, no se trata de que estos utilicen un aparato por usarlo, sino con un propósito. El uso de una tableta o teléfono inteligente  tiene sus ventajas y desventajas, por ello es importante que los progenitores las tomen en cuenta.

De acuerdo con los especialistas Karla De Windt y Guillermo Bermejo, los pequeños pueden desarrollar su sicomotricidad o descubrir un mundo de información y comunicación con el uso de las herramientas tecnológicas. Además, con las aplicaciones que existen, pueden desarrollar su área cognitiva.

“Estas herramientas son útiles para niños con necesidades especiales porque les permite comunicarse, en el caso de quienes no pueden hablar”, dice De Windt, directora del centro Aprendo.

¿Dónde está lo negativo? En no equilibrar el tiempo que duran con estos aparatos y el contenido que ven.

Según Bermejo, especialista en dificultades de aprendizaje del Centro Vida y Familia Ana Simó, los infantes pueden caer en el “vicio” o el empleo excesivo de estos dispositivos, dejando de lado otras responsabilidades o aspectos muy importantes para su desarrollo como las competencias sociales y comunicativas.

Otra de las desventajas, dice, es la del posible acceso a través de internet a contenido inapropiado para menores, ya sea en forma de vídeos, páginas web o aplicaciones.

Al respecto, De Windt añade que, con la falta de interacción por estar pendiente de un aparato, el niño puede convertirse  en una persona aislada, tener  dificultad para  dormir y puede desarrollar obesidad.

“Las sociedades Americana de Pediatría y la Canadiense dicen que la sobreestimulación a la tecnología está asociada con un sinnúmero de déficits de atención, retraso del desarrollo e hiperactividad, esto último lo vemos mucho en menores porque se ponen ansiosos si no tienen el aparato. Hasta en los adultos se pueden ver estos casos”, asegura De Windt.

Recomendación a padres y madres
En el hogar tienen el control para decidir en el momento que los pequeños utilizan un dispositivo. Según De Windt, como la Sociedad Americana de Pediatría recomienda dos horas al día para niños mayores de dos años, lo ideal es que este tiempo se distribuya. Además, recomienda a los padres buscar aplicaciones que que estén al nivel de desarrollo del niño y contenidos que sean didácticos. “No es buscar juegos por buscar, sino uno que le aporte”, dice.

Recuerda que en ellos está el control de decidir lo que sus pequeños hacen y ven en los dispositivos. “Los niños no tienen la suficiente madurez para saber que no les conviene por mucho tiempo el uso de las tabletas o teléfonos inteligentes”, puntualiza.

Propone a los tutores utilizar los canales en línea dirigidos a la hora de la elección.

A ello, Bermejo le suma que muchas aplicaciones están preparadas para que los pequeños puedan desarrollar las habilidades o competencias que necesitarán para asimilar la lectura y escritura en años posteriores.

Aconseja a los progenitores tener un objetivo planteado cada vez que sus pequeños utilicen estos aparatos, como por ejemplo, reforzar la memoria visual con un juego, aprender inglés con unos videos, hacer una videoconferencia con un familiar que viva dentro o fuera del país o leerles una revista ilustrada sobre animales marinos.

Sostiene que el primer acercamiento que tenga un menor con un dispositivo debe ser en compañía y con la guía de un adulto.

Un error en que el que se puede caer, solo para que el pequeño no esté inquieto, es darle un aparato. Al respecto, Bermejo asegura que “debemos tener presente que la tableta o el celular no es un premio ni un juguete que podamos usar siempre como recompensa o como cuidadora de nuestros hijos”.


(+)
OTROS LÍMITES Y NORMAS DE USO
De acuerdo con el especialista Guillermo Bermejo, los padres deben plantear una rutina en el niño en la cual quede fijado un horario para el uso del dispositivo. Además, es importante poner límites y normas como por ejemplo solo manejar un grupo ya conocido de aplicaciones, no usar el dispositivo fuera de casa y no utilizarlo en horas antes de acostarse, ya que podría provocar la falta de sueño.

A diferencia del tiempo recomendado por la AAP con el uso de los dispositivos, Bermejo no recomienda más de una hora con estos aparatos, sobre todo en tiempo escolar, “aunque lo más importante es en qué y cómo se está dedicando ese tiempo, ya que no es lo mismo utilizar una aplicación educativa y planificada de una manera interactiva con otro miembro de la familia, que ver videos solos o jugar individualmente a un juego elegido al azar.
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario